Las emociones no son un rasgo, sino una reacción a un
objeto o algo en específico. Las personas muestran sus emociones cuando se
sienten felices, enojados, temerosos, pero en los estados de ánimo no se
dirigen a ningún objeto.
Los problemas
que afectan la sociedad como la violencia, pueden tener una base emocional y se
requieren realmente una educación emocional para responder adecuadamente ante
situaciones violentas y prevenirlas (Izard, 1991). La educación emocional se
deriva del concepto del desarrollo de competencias emocionales, una competencia
se puede definir como el conjunto de conocimientos, capacidades, habilidades y
actitudes necesarias para entender, expresar y controlar de una forma adecuada
las emociones violentas (Gregory, 1996).
El bienestar psicológico se conceptualiza como la efectividad en el
funcionamiento psico-social del individuo global e incluye estados emocionales
positivos, en una dimensión alta y baja tener
un alto bienestar psicológico supone puntuar alto en emociones positivas
y bajo en negativas. Otro de los factores o componentes del bienestar
psicológico es la satisfacción con los aspectos centrales de nuestra vida como,
por ejemplo, el trabajo . El bienestar psicológico determina de una forma
significativa una evaluación más positiva y optimista del ambiente laboral por
parte del trabajador que viene asociada a unos menores niveles de estrés, una
mayor motivación y un mayor rendimiento laboral .
Conforme
a el artículo “Managing Emotions in the Workplace”
de La Escuela de Negocio de Wharton en los estudios de comportamiento organizacional indican que el estado de
ánimo de los empleados, las emociones, y las disposiciones generales tienen un impacto en el rendimiento en el trabajo,
la toma de decisiones, la creatividad, el
volumen de negocios, trabajo en equipo, negociación y
liderazgo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario